Sufrir de estrés en los exámenes es algo muy común en los estudiantes y con algunos tips se puede ir controlando poco a poco.
Cuando entras al salón es imposible sentir las mariposas en el estómago, pues sabes que en algún momento entrará el profesor y te entregará el examen. Sin embargo, tú estás muy seguro porque te la pasaste estudiando por días y no hay nada que temer.
Pero en el instante en el que ves el examen te comienzan a inundar una serie de dudas, y lo que sabías se te olvida, las ideas se revuelven, y tal cual como si vieras a la persona que te gusta: te quedas en blanco.
Sentir nervios y estrés cuando vamos a resolver un examen es natural, pero cuando éstos nos rebasan estamos perdidos, pues nuestras horas de estudio no habrán valido la pena y una mala nota será el resultado de nuestro infortunio.
Para evitar que te invada el estrés en los exámenes, a continuación te diremos algunos tips para que cuando tengas exámenes estés más fresco que una lechuga, y la desvelada con miles de tazas de café y las ojeras matutinas no sean en vano.
No pasé el examen de admisión: ¿qué puedo hacer?
Antes de presentar el examen es conveniente que programes tus tiempos. No vayas con el tiempo medido y llegues corriendo al salón, porque eso te provocará más estrés. Como dicen: “más vale que sobre y no que falte”.
El ejercicio es un buen relajante, ya que libera oxígeno al cerebro, por lo que la capacidad de aprendizaje, concentración y memoria aumentará. Si tienes tiempo, podrías realizar unos pequeños ejercicios antes de comenzar tu examen. Así llegarás más liberado del estrés al examen, y lo realizaras sin ningún problema.
Un mal hábito que suele tenerse es estudiar hasta 5 minutos antes del examen, porque queremos darle “un repaso” a nuestras notas o creemos que en un minuto aprenderemos más, pero ¡estás equivocado! Al hacer esto, entrarás en pánico y todo lo aprendido se mezclará, y provocarás tensión en tu cuerpo a causa del estrés, y por consiguiente el estrés se hará presente y olvidarás lo que estudiaste.
Por eso, se recomienda terminar de estudiar un día antes para que al día siguiente estés más relajado y listo, primero para no sufrir de estrés en los exámenes y segundo para aprobar con buena calificación.
Generalmente, estudiamos hasta que el cuerpo aguante o hasta que el café se acabe, porque queremos aprovechar hasta el último minuto para memorizar todo, y acostumbramos a irnos todos desvelados al examen, con sólo unas horas de sueño, o si es caso, hasta sin dormir. Y no importa que andemos todos “zombis” en la escuela porque lo hicimos por una buena causa: estudiar. Esto es otro error que hacemos, ya que si no descansamos las 8 horas sugeridas, el sistema nervioso de nuestro cuerpo se altera y el no sufrir de estrés en el examen será imposible.
Es momento de darle vuelta al examen y ver su contenido, pero ¿Qué pasa cuando vemos una pregunta que no sabemos y la que sigue tampoco? Pues nos quedamos paralizados, la mente se bloquea, te quedas viendo a la nada y pensando: “ya valí” “voy a reprobar” “haré como que contesto para que el profe no se dé cuenta que no me la sé”; por eso, comienza contestando las que te sepas, y deja al último las preguntas de las que no estés seguro(a), para que sin tanto estrés puedas contestarlas con más calma.
Ahora que conoces algunos tips para quitarte el estrés en los exámenes, tómalos en cuenta y utilízalos. Si sigues estos consejos entrarás más relajado al salón, y cuando veas tu examen los nervios se irán y estarás listo para comenzar a contestar las preguntas con la mano en la cintura. ¿Quieres aprender más sobre cómo reducir el estrés en los exámenes? ¡Visita nuestra página web para obtener más información!